TESTIMONIOS |
---|
EN RESIDENCIAS Y HOSPITALES
TESTIMONIOS RECIENTES - Un Capellán de uno de los hospitales: "Noto muchísimo el día que venís, a hacer la Alabanza e Intercesión por los enfermos del hospital ante el Santísimo en la Capilla; gran apertura de los enfermos y familiares hacia los Sacramentos, hacia la atención de la Iglesia. No dejéis nunca de venir y hacer esta oración de Alabanza con María"- Una señora muy espiritual, de mucha oración y vivencia eclesial, después de la primera vez que vino, emocionada nos ha dicho: "He sentido como en el momento solemne de presentar los enfermos en el Altar, Jesús entraba en todas las habitaciones acompañado de una presencia amorosa, que creo era la Virgen, y dejaba algo para los enfermos -regalo, consuelo.. -. Siento que Alabanza con María es mi lugar, donde el Señor quiere que esté, podeis contar conmigo" Testimonios de voluntarios al salir de una residencia: J. "Como se notaba la presencia de María, Nuestra Madre, y yo tuve la suerte de estar allí" L. "Fue otra tarde maravillosa. Gloria a Dios." - R.: Ha sido de nuevo fantástica.. (se refiere a la Alabanza con María que se hace con los residentes) .. rociada del Espíritu Santo .. a mi por lo menos la alegría me llega del cielo pues con los dolores que tengo y dos días en urgencia allí sólo sentía alegría ... Gloria a Dios! - Juan: Preciosa conversación al principio con dos mayores sobre el Cielo... deseando llegar. Les digo: Pero todos juntos! Qué bien lo vamos a pasar! Hemos acabado riéndonos. Son muy tiernos.. Gloria a Dios! Hoy la cancion "Cantemos al Amor de los Amores" ha provocado lágrimas. El "Alabaré" movimientos de entusiasmo y el "Padrenuestro" cantado, todos de la mano, muchos de ellos con los ojos cerrados, emcionante. En fin, es largo de contar .. El martes pasado L., hizo Alabanza con María en una cárcel. Uno de los presos, hundido por la sentencia de reclusión de años que se le venía encima, después de hacer la Alabanza, se fue confortado y con más fuerzas para afrontar la situación, y también para emprender los trámites necesarios para que le fuera reducida. Bendito sea Dios y la Madre Santísima".
EN RESIDENCIAS En una residencia de Madrid, un residente no quería saber nada de la Iglesia ni de los sacerdotes. Con el tiempo, como nos tenía mucho cariño y le encantaba la actividad, accedió a que le llevásemos un sacerdote. Milagrosamente se confesó después de llevar muchisimos años sin hacerlo, recibió la Comunión y la Unción. Y de una forma inesperada, porque no estaba tan mal, y dando un testimonio impresionante de fe ante toda la residencia, falleció a los pocos días, lleno de alegría y agradecimiento a Dios. En otra, un señor mayor que quería haber sido sacerdote, pero tuvo que dejarlo por la guerra, apartándose después del Señor durante más de cincuenta años, se confesó con el sacerdote que nos acompañó a hacer la Alabanza. En otra residencia, un señor mayor que llevaba tiempo sin confesar, por lo que nos contó uno de sus compañeros residentes, lo hizo con uno de los sacerdotes que nos acompañó, quedándose en la mesa de operaciones de la intervención que tuvo unos días después, pero ya su alma en paz y reconciliada con Dios.Han sido muchos más los casos a lo largo de los años, de personas mayores que se han confesado que llevaban mucho tiempo sin hacerlo, algo de vital importancia teniendo en cuenta que son los últimos tiempos de su vida. Un sacerdote: El grupo de Alabanza con María llega a la residencia y hace que todo cambie. Hace que las cruces ofrecidas unidas a Cristo, se convierten en fortaleza y alegría para los residentes. Un padre agustino: Hay que invitar a la gente a que conozca esto, sin demasiadas explicaciones previas; sólo decirles: "Ven y verás". Es impresionante. Otro sacerdote: Según va avanzando la Alabanza los residentes se van integrando de tal manera, que al final hay una gran comunión y alegría entre todos. Personas que no hablan ya, cuando cantamos "Cantemos al Amor de los Amores", se ponen a cantarlo con voces perfectas. Un señor que aparentemente no reaccionaba, después de hacer la Alabanza, cuando nos íbamos vimos que nos decía adiós, levantando el brazo y mirándonos. Mi.. la primera vez que le vimos .. estaba apagado y hundido .. se quedaron sorprendidas las personas en la residencia de cómo al final seguía las oraciones y los cantos. El siguiente día me dijo que había tirado las muletas, y así fue, yéndose incluso a la calle. Ha vivido casi diez años después de esto, acompañándonos e integrándose perfectamente en las Alabanzas. Un amigo más de los muchos que tenemos allá arriba, intercediendo por nosotros. Reaccionan, se integran, y les cambian la cara a los residentes al final de la Alabanza. "Florecen", como nos dijo una nueva voluntaria. Esta opinión es algo unánime, y corroborado por las religiosas, directores/as y personal de los centros. En una residencia de Málaga: Un señor ciego dijo a la voluntaria de Alabanza con María, que prefería estar ciego como en ese momento, con la alegría interior que se le había llevado con la Alabanza, que antes que tenía vista. En Málaga tambien: "¿No ves lo que ha cambiado todo en la residencia desde que vienes a hacer la Alabanza?". Lo que anima a nuestra amiga voluntaria a ir a más centros, viendo la alegría y transformación para bien que se lleva a los mayores y enfermos. En Madrid, vemos lo mismo a través del tiempo en las residencias a las que vamos. Chicos y chicas jóvenes, hijos de voluntarios/as, que nos acompañan a veces a hacer la Alabanza, que llevan una vida alejada de Dios, se unen a los cantos y rezos, a la Coronilla de la Misericordia, y están deseando ir, tanto que les dicen a los padres que si no pueden ir que les digan a los que van a ir que quieren ir con ellos a las residencias. En residencias donde no entraría ninguna actividad religiosa, tenemos las puertas abiertas, gracias al esquema que aunque es muy profundo su presentación es dinámica y alegre y les gusta mucho a los residentes y a todos los que les acompañan. Luego con el tiempo, como están tan contentos en la residencias con el grupo de Alabanza con María, por el bien que ven que va dejando en los mayores y enfermos, todo son facilidades, y puede venir con nosotros un sacerdote a confesar y celebrar la Eucaristia, algo que necesitan mucho nuestros mayores por su especial situación. En otra residencia, una señora que acababa de recibir una noticia angustiosa sobre un familiar y buscaba una capilla, informándole alguien de la de la residencia como la más cercana, y allí estábamos nosotros haciendo la Alabanza. Según nos dijo había encontrado después de la oración la serenidad, paz y fortaleza para afrontar la dura situación que le venía. EN HOSPITALES Una mujer joven en un hospital: Iba a la cafetería, nos dijo, pero no sabía por qué se fue a la capilla donde nos encontró haciendo la Alabanza. Tenía gravísimo a su marido. Se unió al rezo de la Coronilla de la Misericordia que no conocía y hacía por primera vez -como tantos enfermos y familiares-; pedíamos la Misericordia del Señor para todos los enfermos del hospital, pero especialmente para su marido. Entró llorando, pero se fe en paz. En este mismo hospital, en la Capilla, me encontré un día a la amiga de una voluntaria, de la que me había enterado que estaba peor de su cruel enfermedad. Le dije que ya que la había encontrado alli, que pediríamos especialmente por ella en la Alabanza. Días después me dice la amiga que desde ese día había mejorado notablemente, todo lo contrario de la vez anterior que el tratamiento la había dejado muy mal.. Tantos otros casos, de voluntarios y familiares por los que se ha pedido o hecho Alabanzas extraordinarias en el Hospital donde estaban ingresados, que muchas veces son de nuestros hospitales a los que vamos a hacer la oración de alabanza e intercesión, y que aunque todas las demás oraciones que se han hecho por ellos han sido también muy valiosas, estas Alabanzas han tenido un papel muy importante en su curación y recuperación espectacular. A una amiga voluntaria se le paró el corazón en una operación de envergadura; estábamos haciendo una Alabanza extraordinaria por ella en ese momento en la capilla del Hospital; milagrosamente su corazón siguió adelante, y despacito sigue su mejoría poco a poco. También ayudó mucho en su recuperación milagrosa la Alabanza extraordinaria que se hizo por el hijo de una de nuestras voluntarias en la capilla del hospital donde estabaa ingresado En un hospital de Madrid, nos dijo un sacerdote de pedir en la oración de alabanza e intercesión que hacemos en la Capilla, por un señor que estaba gravísimo, de hecho ya le habían dado la unción y creían que no salía de esa noche. A la vuelta a nuestros domicilios, nos encontramos en el metro a la esposa y a un hijo del enfermo, que al decirle que habíamos rezado por él, nos dijo que se había notado porque había tenido una mejoría espectacular. A los pocos días le vimos en Misa y paseando por el parque con una salud estupenda, la que sigue hasta el día de hoy. Tenemos muchos más casos espectaculares de sanación, que atestiguan el poder sanador de esta oración de alabanza e intercesión de Alabanza con María en comunión con María y con los enfermos y familiares que nos acompañan en las Capillas de los Hospitales, que hacemos especialmente por la salud de los enfermos que se nos encomiendan, que cada vez son más. Además del poder consolador para ellos y sus familiares, que ejercemos de una forma personal y en nombre del Señor, a la entrada de las Capillas. Una señora: Entraba con el corazón encogido, tengo a un hijo con esclerosis múltiple, pero salgo reconfortada, como si me hubieran quitado una losa de encima.. Tantas personas que entran llorando, sobrecogidas por el dolor, y salen en paz y con fortaleza para afrontar la enfermedad propia o la de su familiar .. "Hace unos meses que me acerco a La Paz cuando puedo, a rezar por los enfermos del hospital y por todos en general. Se mencionan los nombres de todos. Cuando empecé apenas éramos ocho personas. Ayer pasábamos de 20 y con el SANTÍSIMO expuesto. Una auténtica bendición." Otro testimonio recibido: "Hoy quiero agradecer al grupo de Alabanza con María su labor y dedicación. Gracias a ellos cuando bajé un ratito a la capilla del hospital donde trabajo, me encontré con el Santísimo, no como siempre dentro del Sagrario sino expuesto en el Altar. La emoción fue indescriptible. Tenemos un cartel maravilloso a la entrada de la capilla donde se nos informa que estará expuesto los 2º. y 4º. miércoles de cada mes, de 11,30 a 13 horas. Sé que no siempre podré bajar, pero me parece fantástico que Alabanza con María haya logrado lo que parecía impensable. Muchísimas gracias. Que el Señor se lo premie como Él sabe hacerlo. Yo rezaré para que se mantenga y difundiré con alegría la buena nueva." Constantemente oímos: "Qué obra más buena, de donde vienen?.. No dejen nunca de hacer esto ..." Es el Señor quien lo hace .. Y le damos gracias.. Y desde Alabanza con María, también agradecemos todos los testimonios, los aquí citados y todos los demás que vamos recibiendo a lo largo de nuestra labor diaria en residencias y hospitales, que son constantes y alentadores, y también damos gracias por su presencia a las personas que nos acompañan en las Alabanzas. Lo único que hacemos es ponernos en camino, como María y con la Madre, buscando aliviar en nombre de Jesús tanto dolor como hay en el mundo. Y para elevar desde centros de dolor como son los hospitales y residencias, donde hay tanto sufrimiento y desesperación, un canto de alabanza, confianza y esperanza; y que también dé consuelo al Corazón de Jesús que sufre en el enfermo y por la situación de falta de fe de muchos de los enfermos de los hospitales, y de sus familias que los apartan de cualquier tipo de asistencia espiritual. Pero sabemos que la oración todo lo puede, y que mueve montañas. Muchos casos visibles que nos animan a seguir con esta hermosa labor, y también la confianza en el gran poder de la oración misionera, que hace derramar del Corazón del Padre Eterno su misericordia sobre todo el hospital, especialmente hacia los que más lo necesitan. Para cantar ya desde ahora con nuestros hermanos enfermos y ancianos y sufrientes, las alabanzas del Señor, uniéndonos a la Alabanza eterna del Cielo. Son tantos los testimonios maravillosos que tenemos, que nos llevaría tiempo recopilarlos. PERO IREMOS RECOGIENDO Y COMPARTIENDO MÁS TESTIMONIOS ALENTADORES Y SANADORES a través de Alabanza con María, siempre en acción de gracias al Señor y a la Virgen María.
|